La acosan a tiros y piedrazos en su casa de Esteban Echeverría al 900

Rosana Gijsberts es una joven madre de tres hijos que tuvo que tapiar las aberturas de su casa con chapas para evitar el acoso de desconocidos que la agreden a piedrazos y balazos en Esteban Echeverría 955, donde se mudó recientemente. Anoche, alrededor de las 23, tuvo que convocar a su padre, quien reside en las inmediaciones, para que la ayude a proteger el lugar. “Estoy cansada, tengo miedo de que lastimen a mis hijos, nos tiran piedras, tiros, nos amenazan, no podemos andar afuera ni en el patio, y anoche a raíz del tiroteo me tuve que ir de mi casa. Yo vivo acá desde hace dos o tres meses, nunca tuve problema con nadie, pero por motivos que no conozco se la han agarrado conmigo”, aseguró.
Rosana dijo estar conforme con la actuación policial, porque cada vez que ha convocado a los uniformados se han acercado a su casa, incluso ha hecho denuncias. Pero no puede frenar el acoso y la violencia. “Llamé a mi papá anoche porque estaba sola, y estaban tirando tiros y toscas. Me tuve que ir a la casa de mi mamá con los chicos, pero a las dos y pico de la mañana volvieron a tirar tiros”, aseguró.
“Quiero vivir tranquila”, pidió en el final de la charla.