La necesidad de proteger a todos
Esta escena se ve a diario en Tres Arroyos. El tránsito en motocicletas sin cascos protectores y en este caso, peor aún: el acompañante (la acompañante) lleva un bebé en brazos. Dos riesgos: el propio y el de la criatura. La acompañante no tiene de dónde tomarse ante una maniobra brusca, porque la atención está en el niño que lleva en brazos. Además la conductora va hablando por teléfono mientras maneja. Tal vez tanto los inspectores de tránsito como la policía local y comunal podrían hacer docencia sobre este tema.