Robo de identidad II: fue a percibir su primera jubilación y “ya había cobrado”

13 agosto, 2014

Robo de identidad II: fue a percibir su  primera jubilación y “ya había cobrado”

Un trabajador rural que había cumplido prolijamente con todos sus trámites para acogerse a la jubilación, logró el sueño de haber recibido la liquidación correspondiente para cobrar su primer haber.

Era toda una fortuna: 37.000 pesos. Una cifra lograda tal vez a partir de un ahorro forzado por los pocos meses que tardó en llevar toda la documentación que se requiere para empezar una nueva etapa de la vida.

El hombre se llama Julio. Fue muy temprano, a la media hora que había abierto el Banco Credicoop sucursal Tres Arroyos el 16 de diciembre del año pasado. Cuando se presentó para el trámite, el empleado le dice: pero .. si usted ya cobró.

Ahí empezó una triste pero real historia que comienza cuando alguien le robó la identidad a Don Julio, se llevó parte de su plata y el Banco Credicoop, en menos de 24 horas le dio el dinero que le correspondía, asumiendo la responsabilidad del pago a otra persona, que con una tremenda habilidad se hizo pasar por el verdadero beneficiario.

Antes que el banco abra

Eran las 10 de la mañana del 16 de diciembre del año pasado. Mucho calor a la hora que empieza el horario bancario. Desde minutos antes había público esperando en la puerta de Chacabuco y Betolaza. Entre ellos “el doble” de Don Julio.

El empleado del Credicoop comenzó a atender y llamó por el primer número que tenía en su pínche, cual era el siguiente al último del día anterior.

Fue entonces que se lo somete al rigor de práctica para el pago de la primera liquidación de jubilación.

El hombre se identifica, muestra su documento de identidad, con foto actualizada. Su número es coincidente con el del registro que tiene el Banco. La edad, al aspecto del rostro, es valida con el de una persona que ya está en el límite para su jubilación.
El cliente que simulaba ser Don Julio sacó lo que se denomina “la sábana” de liquidación, donde al pie figuraba el monto que se dispuesto pagar: 37.000 pesos (monedas más, monedas menos).

Cumplido con todo el requisito, firmada la documentación, identificado el beneficiario con todo lo que tenía que exhibir, pasa por caja y se lleva 30.000 pesos, dejando el resto para que se lo acrediten en una caja de ahorros, que el “verdadero” Don Julio tenía en el banco. En segundos se fue de la institución y nunca más le vieron la cara.

Apareció “Don Julio verdadero”

Cuando el empleado del Banco llama al “número siguiente” viene una persona que dice llamarse también “don Julio”. Era el verdadero. Le dicen entonces: pero … si usted ya cobró recién. El hombre creía que era una broma.

Pero era todo cierto. Un inescrupuloso, con identidad apócrifa, con documentación verdadera de Anses y un coraje enorme, fue a las 10 en punto de la mañana y logró lo que quería: ser el primer cliente del día para evitar “mocharse” como don Julio verdadero con el “ya cobró” de boca del empleado.

En segundos se dieron cuenta que había ocurrido una maniobra rara. Tanto el empleado del mostrador, como el cajero (los dos que habían visto de cerca al Julio “trucho” salieron inmediatamente a la puerta del Banco como para intentar ubicarlo.

Nunca más lo volvieron a ver en persona. Sí, apareció en todos los videos de las cámaras de seguridad. Y al decir de quienes tuvieron la oportunidad de observar los “tapes” coincidieron en que “esa cara no era de Tres Arroyos”.

Le pagaron al día siguiente

La indignación y la desesperanza del hombre que iba de verdad a cobrar su primera jubilación era enorme.

El Banco admite que pagó a alguien que no debía, pero camuflado en otra identidad. Le podía haber pasado a cualquiera. Las falsificaciones eran de muy buena calidad como para sospechar. Y lo más contundente: traía documentación de Anses que ordenaba el pago, la copia de lo que recibe el Banco para estas ocasiones. En 24 horas, don Julio cumplió su sueño: cobró los 30.000 que indebidamente le sacaron robándole la identidad. Los empleados que actuaron en la atención del apócrifo y pago correspondiente, hicieron el correspondiente descargo ante la superioridad del Banco, quedando comprobado que actuaron como la reglamentación manda, con prolijidad y celeridad, por lo que no les cupo sanción alguna. Así debía ser.

En otros bancos

Se supo que en una de las sucursales Mar del Plata del Banco Credicoop, pasó lo mismo y en otras entidades también, por lo que se estima que es una banda organizada la encargada de este delito.

Brajovich confirmó el caso y efectuó recomendaciones

El titular de la Unidad Administrativa local de la Anses, doctor Guillermo Brajovich, aseguró en torno a este caso que “la persona que cobró este beneficio tenía el documento del jubilado y la documentación original que lo habilitaba para el cobro, por eso el banco tuvo que pagar. Lo bueno de dar a conocer esta noticia es que alerta a los jubilados acerca de la importancia de verificar bien lo que perciben, lo que firmen, apoyándose siempre para realizar cualquier trámite en su familia o sus personas más cercanas. Y si están solos, que llamen directamente a la oficina de Anses y veremos la forma de ayudarlo”.