Tiroteo en Liniers 1219: la dueña de casa dio su versión y denunció golpes a su hija

Daiana Argüello, esposa de Matías Jacoby, aprehendido tras el tiroteo que se produjo el domingo 31 por la noche en Liniers 1219, contó su versión de los hechos y advirtió que mientras su pareja está detenido, “quienes se metieron a los tiros en mi casa y le pegaron con un fierro en la cabeza a mi hija de 4 años, siguen en libertad. No quiero que ellos queden como víctimas, porque nosotros fuimos los agredidos”.

Según relató Argüello, hasta su casa llegaron, por una diferencia previa entre Jacoby y Maximiliano Zaragoza –uno de los heridos que terminó en el hospital- el propio Zaragoza con dos de sus hermanos, y otras tres personas más a las que no identificó, a bordo de un Ford Taunus. “Ellos metieron el auto en mi casa y se bajaron a los tiros. Rompieron una ventana y la puerta, entraron y nos empezaron a pegar. Eran los tres Zaragoza y uno más, los otros dos se quedaron afuera. Uno de ellos, con un arma, empezó a forcejear con mi marido. Y ‘Maxi’, con un fierro, le pegó en la cabeza a mi hija, por lo que tuvieron que ponerle siete puntos en el hospital”, aseguró la joven.

Según Daiana, existía un enfrentamiento previo entre Maximiliano Zalazar y Jacoby, que no atribuyó a ninguna cuestión en especial, pero ese mismo domingo “se encontraron en un almacén del barrio, donde amenazó a mi marido e incluso le tiró un tiro, pero salió corriendo. Media hora después volvió con otros cinco a los tiros”.

Argüello advirtió, además, que “mi marido no usa armas y los disparos que tienen los heridos todavía no se comprobó de dónde salieron, porque el cargador del arma lo encontraron en el auto de ellos, y a nosotros en ningún momento nos dejaron salir de la casa”.